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Cuáles son los métodos de reciclaje de pilas y baterías

Publicado el 17 de agosto de 2023

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Emplear métodos de reciclaje de pilas y baterías que sean adecuados es de suma importancia para evitar que estos desechos electrónicos liberen metales y sustancias dañinas para el medio ambiente. Unas medidas que cabe reforzar sabiendo que el consumo de pilas y baterías se multiplicará por 4% de aquí a 2030, según datos de la Comisión Europea.

Cómo se reciclan los desechos electrónicos: métodos de reciclaje de pilas y baterías

Existen diferentes procesos de reciclaje de pilas y baterías según sus características. En cualquier caso, el objetivo es recuperar sus materiales más valiosos para ser empleados como materias primas en la fabricación de nuevas pilas o baterías o en otros procesos productivos. Veamos qué métodos de reciclaje se emplean según cada tipo de pila y batería para optimizar su uso.

Reciclaje de pilas de botón

Estas pilas son frecuentes en relojes, controles remotos y pequeños aparatos electrónicos. Sus métodos de reciclaje variarán según dos tipos: pilas de botón de mercurio y de óxido.

  • Las pilas de botón de mercurio se tratan en cámaras de vacío a alta temperatura para liberar el mercurio en forma de vapor. Este vapor pasa a otra cámara de combustión donde las partículas orgánicas se oxidan. Posteriormente, el vapor de mercurio se condensa y extrae por decantación. Dado que el uso de mercurio está siendo cada vez más restringido, la gestión de este tipo de residuo también está disminuyendo.
  • Las pilas de botón de óxido de plata se reciclan mediante técnicas hidrometalúrgicas o pirometalúrgicas para recuperar la plata. En general, cualquier pila de botón que no contenga mercurio puede emplearse como materia prima en los hornos de fabricación de acero.

Métodos de reciclaje hidrometalúrgicos en baterías de litio

Son las baterías más frecuentes en ordenadores portátiles, tabletas, teléfonos móviles y herramientas y electrodomésticos inalámbricos como aspiradoras, taladros, sierras, etc.

En este caso, los métodos de reciclaje que se emplean son técnicas hidrometalúrgicas. El proceso consiste en recuperar los metales del cátodo de la batería disolviendo dichos metales con ácidos de lixiviación. Por otro lado, el litio se recupera haciéndolo precipitar en forma de fosfato o carbonato de litio.

Las baterías de litio también se pueden someter a un tratamiento pirometalúrgico, con plasma a alta temperatura y generando tres fracciones diferentes:

  • La aleación metálica, de la que se recupera el litio por procesos hidrometalúrgicos.
  • La escoria, que contiene otros metales (aluminio, manganeso, etc.), también recuperables mediante técnicas hidrometalúrgicas o aprovechables en otras industrias como la cementera.
  • La fracción gaseosa, fruto de la combustión del electrolito y el aglutinante de las baterías.

Métodos pirometalúrgicos para baterías de plomo

Este tipo de batería se emplea habitualmente en vehículos y maquinaria industrial. Suelen tratarse en plantas siderúrgicas mediante técnicas pirometalúrgicas que se basan en el siguiente proceso de reciclaje:

  • Se separan los electrolitos (líquidos ácidos) y se neutralizan. El resto de los elementos sólidos se separan entre sí por procesos mecánicos.
  • Las placas de plomo se calcinan en horno hasta obtener el metal. Dependiendo del grado de pureza que se desee alcanzar en el plomo recuperado, se someterá o no a procesos de refinación pirometalúrgica.
  • Gracias a este proceso, el plomo recuperado puede ser empleado para la fabricación de nuevas baterías u otros procesos.

Reciclaje de otras pilas, baterías y acumuladores

El resto de las pilas, baterías o acumuladores se someten a procesos mecánicos de trituración para separar sus componentes. En el caso de los electrodos de zinc/carbono, estaño, plomo o dióxido de manganeso se someten a un proceso adicional que puede ser de dos tipos:

  • Hidrometalúrgico: disolución de los metales en soluciones acuosas con ácidos o bases fuertes para después extraer selectivamente los metales.
  • Pirometalúrgico: tratamiento térmico a temperaturas elevadas en atmósfera reductora para gasificar y posteriormente depurar y sedimentar los metales.

Como hemos visto, existen varios métodos de reciclaje depilas y baterías. No obstante, siempre será preferible que prioricemos el uso de pilas recargables por encima de aquellas de un solo uso y elijamos aparatos con energías más limpias.

Dónde reciclar los desechos electrónicos como pilas y baterías

Las pilas y baterías que terminan en los vertederos acaban por degradarse y sus metales pesados y peligrosos componentes se filtran al suelo, contaminando suelos, mares, ríos y llegando a intoxicar también la cadena alimentaria. 

Se estima que una sola pila alcalina puede llegar a contaminar más de 150.000 litros de agua y una de mercurio puede contaminar hasta 600.000 litros.

Para evitar esta realidad, el Real Decreto 106/2008, de 1 de febrero, sobre pilas y acumuladores y la gestión ambiental de sus residuos, establece la obligación de depositar las pilas, acumuladores y baterías usadas en los siguientes puntos:

  • Puntos de recogida selectiva. Los usuarios finales de las pilas y baterías pueden depositar en ellos las pilas y baterías para su posterior traslado a los centros de tratamiento y reciclaje. Están situados en espacios urbanos, establecimientos comerciales y puntos limpios.
  • Establecimientos de distribuidores o vendedores. Es decir, devolverlas al establecimiento en el que se compraron.
  • Gestores de residuos autorizados.

Además de depositar las pilas en los puntos mencionados, es crucial que estos residuos se conserven de forma segura en contenedores para pilas usadas  y en contenedores para almacenar baterías, disponibles en Absorbentes y Cubetos. De esta forma, su almacenamiento temporal no supone riesgos de contaminación.

Contenedor para reciclar pilas y baterías

La importancia del reciclaje de pilas y baterías

Reciclar correctamente las pilas y baterías, separándolas del resto de residuos, y almacenarlas en los contenedores adecuados, es un proceso clave. De ello depende que  los metales pesados y otros contaminantes se filtren los suelos, contaminen aguas y alcancen la cadena alimentaria, suponiendo un alto riesgo para la salud:

  • Suelo y aguas. Las metales pesados de pilas y baterías terminan filtrándose en él llegando a contaminar aguas subterráneas, ríos y mares.
  • Cadena alimentaria. Una vez en los suelos y aguas, los vegetales y los animales terminan contactando con esos metales y así entran en la cadena alimentaria.
  • Intoxicación en seres humanos. Los metales pesados como el mercurio son bioacumulativos, esto implica que, aunque los niveles de ingesta sean bajos, los seres vivos no tienen mecanismos para su eliminación, por lo que se acumulan en nuestro cuerpo. Una situación que  puede derivar en enfermedades degenerativas graves, daños hepáticos o algunos tipos de cáncer.

En definitiva, el reciclaje de pilas y baterías, empezando por su correcta segregación en contenedores seguros, es indispensable. No solo es nuestro deber desde un punto de vista legal, sino una necesidad para proteger el  medio ambiente, la biodiversidad y nuestra propia salud.

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